Cortines, religión en familia.

Por Leonardo Ferrari

Cortines, este pueblo de la pampa bonaerense, no sólo posee una excelente gastronomía y un bellísimo marco natural para disfrutar en familia; sino que también posee una religiosidad que se remonta hasta sus orígenes.

Las tierras que hoy ocupa el pueblo, pertenecían a la “Estancia de la Virgen”, una estancia con una gran cantidad de fértiles campos que fueron donados a María de Luján y que, en 1824, Bernardino Rivadavia expropiara a la iglesia, como parte de las reformas rivadavianas impuestas en la época.

A partir de 1884 con la llegada del ferrocarril y la instalación de la estación a la que se le colocó el nombre de Cortines, el pueblo comenzó a crecer; y con este crecimiento también creció la necesidad de una atención espiritual para sus habitantes que debían recorrer 10km hasta el viejo santuario de la Virgen en la ciudad de Luján.

Fue así que en 1934 se crea la parroquia San Luis Gonzaga en la vecina localidad de Jáuregui, desde donde venía el sacerdote para celebrar el santo sacramento de la Eucaristía en la vieja escuela o en casas de familias.

En 1953 se establecen en la Estancia San Gabriel el “Seminario Provincial de la Congregación de la Misión”; hecho que transformó la atención espiritual de Cortines haciendo de cada habitante del pueblo, miembro de una gran familia.

Aún hoy, se recuerdan a los jóvenes seminaristas jugando al futbol con los jóvenes y niños del pueblo; o cuando, en 1955 el país atravesaba momentos difíciles y de persecución religiosa, muchos templos fueron incendiados en la ciudad de Buenos Aires; los seminaristas debieron suspender su formación religiosa y se alojaron en las casas de los vecinos con quienes convivieron por varios meses hasta que el peligro quedara atrás. Ésta casa de formación funcionó hasta 1958.

Nuevamente la atención espiritual pasaba a ser atendida por la parroquia San Luis Gonzaga. A principio de 1960 un grupo de vecinos forman una comisión y en 1964 se inaugura la Capilla Santo Cristo centro espiritual de la comunidad. El templo es amplio y de una arquitectura austera, posee en su fachada una gran cruz y un altorrelieve de la Virgen María con el Niño. En su interior, el templo, posee grandes ventanales y un hermoso Cristo de madera coronando el prebisterio. La Fiesta patronal del pueblo es el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz. En esta fiesta religiosa se realiza una procesión por las calles de la localidad.

En la década del ´70 se instalan en Cortines dos Congregaciones religiosas: Las Hermanas del Huerto adquieren una propiedad sobre la Ruta Nacional Nº7 con la finalidad de instalar una casa de retiros espirituales. Las Hijas de la Misericordia de la 3º Orden de San Francisco se instalan en la entrada del pueblo, funcionando en su edificio el Hogar de la Santísima Virgen María, y un área recreativa en donde se desarrollan convivencias y campamentos.

Pero si de espiritualidad se habla, Cortines posee un gran privilegio. Entre sus habitantes se encuentra la señora Cuqui, que junto con su familia, son los encargados de hacer todos los años el vestido y manto que usará la imagen original de Ntra. Sra. De Luján. En su pequeño taller se encuentran muchas réplicas de María de Luján y varios vestidos que realiza para diferentes parroquias, pero sin lugar a dudas, el diseño y la confección del vestido y manto que usará María de Luján cada año, es una gran bendición. Cualquier visitante que llega al Santuario Nacional de Luján y ve a la Santísima Virgen va a poder ver que en el hermoso vestido blanco que luce en este 2011, se encuentran bordados: La Rosa de Oro, distinción que le ofreciera Su Santidad Juan Pablo II a María de Luján en 1982 cuando visito dicho santuario; y una M símbolo de María, un Corazón que representa a los hombres, y un cruz roja, que representa a Cristo, como abrazando a la humanidad.

Cortines, pequeño pueblo pero con una gran espiritualidad dispuesta a ser descubierta y experimentada.

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